viernes, 28 de junio de 2013

Acompañamientos musicales en el Vía Crucis Magno

 

     En los traslados de ida y vuelta desde y hasta sus templos, las distintas hermandades participantes en el Vía Crucis Magno del Año de la Fe dispondrán su propio acompañamiento musical. Tras confirmar la hermandad de la Buena Muerte el acompañamiento para el paso de Nuestra Señora Reina de los Mártires, estos son los acompañamientos musicales para los distintos pasos participantes en el magno evento.

  • Nuestra Señora Reina de los Mártires: Banda de Música Julián Cerdán de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) (ida) y Banda de Música María Santísima de la Esperanza de Córdoba.

  • Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto: Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Elevación de Campo de Criptana (Ciudad Real).

  • Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto:  Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Elevación de Campo de Criptana (Ciudad Real).

  • Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado: Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba (ida) y Agrupación Musical del Santísimo Cristo de Gracia de Córdoba (vuelta).

  • Nuestro Padre Jesús de las Penas: Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Linares (Jaén).

  • Nuestro Padre Jesús de la Redención: Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Redención de Córdoba.

  • Nuestro Padre Jesús de la Sentencia: Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora del Sol de Sevilla.

  • Nuestro Padre Jesús Humilde en la Coronación de Espinas: Banda de Cornetas y Tambores "Coronación de Espinas" de Córdoba.

  • Nuestro Padre Jesús de la Pasión: Agrupación Musical Virgen de los Reyes de Sevilla.

  • Nuestro Padre Jesús Caído: Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Caído y Nuestra Señora de la Fuensanta de Córdoba.

  • Nuestro Padre Jesús Nazareno en su encuentro con la Santa Mujer Verónica: Agrupación Musical Virgen de las Lagrimas de San Fernando (Cádiz).

  • Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia: Banda de Cornetas y Tambores Ntra. Sra. del Rosario de Cádiz.

  • Santísimo Cristo del Amor: La Banda de Cornetas y Tambores  "La Humildad" de Torreperogil de Jaén.

  • Santísimo Cristo de la Expiración: Banda de Música de la Agrupación Musical Ecijana (AMUECI) de Écija (Sevilla).

  • Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas: Coro de hermanos.

  • Santísimo Cristo del Descendimiento: Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Sevilla.

  • Nuestra Señora de las Angustias Coronada: Banda de Música del Centro Cultural "Calíope" de Fernán Núñez (Córdoba).

  • Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro: Trio de capilla.

  • Nuestro Señor Resucitado: Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de las Tres Caidas de Triana de Sevilla.

 

jueves, 27 de junio de 2013

Reunión de coordinación con los hermanos mayores

    Durante los días 25, 26 y 27 de junio, se están celebrando en la sede de la Agrupación distintas reuniones con los hermanos mayores y diputados mayores de gobierno de las hermandades participantes en el Vía Crucis Magno de la Fe con el fin de ir perfilando detalles sobre horarios e itinerarios parciales de las distintas hermandades, así como tratar de resolver todas las dudas presentadas por las hermandades participantes.

lunes, 24 de junio de 2013

Presentado el cartel anunciador del Vía Crucis Magno


       En un acto celebrado el pasado día 21 de junio en la sede de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba fue presentado el Cartel que anunciará el Solemne Vía Crucis que, con motivo del Año de la Fe, tendrá lugar el próximo día 14 septiembre en nuestra ciudad.

     El cartel se basa en un fotomontaje realizado por el vocal artístico de la Agrupación, José Ignacio Aguilera Castelló y nos muestra la silueta del Santísimo Cristo de la Expiración. Con este silueteado, el autor ha pretendido dar un mayor protagonismo al mayor símbolo de nuestra FE, la Cruz. Esta cruz se encuentra enmarcada en su parte superior, por el antiguo arco califal adaptado a la iconografía cristiana de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, verdadero corazón de nuestra fe. El primer templo de la Diócesis también se encuentra en la línea del cielo que forma la base del cartel precisamente, como punto del que brota la Cruz. En esta línea del cielo de Córdoba también se encuentran las siluetas de San Rafael, Custodio de la ciudad y de San Álvaro, patrono de las cofradías cordobesas.


Los hermanos mayores fueron informados de los avances en la organización del Vía Crucis Magno

     La Agrupación de Hermandades y Cofradías informó el pasado día 20 de junio a la asamblea de hermanos mayores sobre el estado en el que se encuentra la organización del Vía Crucis Magno que, con motivo del Año de la Fe,  se celebrará en la Santa Iglesia Catedral el próximo 14 de septiembre.     Los miembros de la comisión organizadora de este evento explicaron a la asamblea los avances llevados a cabo en el desarrollo del acto, quedando pendientes  de ultimar detalles relativos a los itinerarios, tanto de ida como de vuelta, de las distintas cofradías participantes.
     Asimismo, se presentó a los hermanos mayores el cartel que anunciará el evento y se dio a conocer oficialmente la relación de los dieciocho pasos que conformarán el Vía Crucis, junto a la estación del mismo que representará cada uno de ellos. 

El Obispo de Córdoba conoció de primera mano toda la información sobre el Vía Crucis Magno



     El pasado día 18 de junio, el Obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández González recibió en el Obispado al presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Francisco Gómez Sanmiguel y a la comisión organizadora del Vía Crucis Magno del Año de la Fe, siendo informado de todos los trabajos que esta comisión está realizando para la preparación de este magno evento que tendrá lugar, Dios mediante el próximo día 14 de septiembre en nuestra ciudad. El prelado se mostró muy interesado en todos los detalles relativos a la celebración de este histórico evento y mostró su disposición absoluta a colaborar en todo aquello que sea necesario.



viernes, 21 de junio de 2013

En memoria de los Santos Mártires de Córdoba

     Como ejemplo de Fe y Amor a Dios el acto se iniciará con una oración dirigida por nuestro Obispo Monseñor Demetrio Fernández González, realizándose posteriormente una ofrenda de luz y flor, por los frutos de santidad madurados en las vidas de los Santós Mártires cordobeses que supieron acoger sin reservas el don de la Redención y permanecieron fieles al Señor hsta la muerte. El acto estará presidido por el paso de Nuestra Señora Reina de los Mártires, titular de la hermandad de la Buena Muerte que tiene su sede canónica en la Real Colegiata de San Hipólito.

La hermandad de la Buena Muerte contrató en la primavera del año 1944 la realización de la imagen de Nuestra Señora Reina de los Mártires al imaginero sevillano Castillo Lastrucci.

Nuestra Señora Reina de los Mártires, tal como estaba previsto en el contrato, terminó siendo concebida dentro de una apreciable semejanza con la Virgen de la Hiniesta, tallada por Castillo en 1937 para reemplazar a la homónima, encargada en 1932 y quemada en el incendio de la iglesia sevillana de San Marcos cuatro años después.

Entre el rico vestuario que posee, destaca una saya de composición simétrica, en tisú de plata con bordados en oro fino y sedas, de Esperanza Elena Caro, con diseño de Ignacio Gómez Millán; y otra en terciopelo rojo con bordado en oro fino y sedas, con tema floral y composición asimétrica de roleos, obra de Antonio Villar de 1994-95. Posee también un hermoso manto realizado en 1955 por Esperanza Elena Caro, bordado en oro fino sobre terciopelo rojo, con roleos, hojas y palmas martiriales. En 1991 le fue realizada una nueva toca de sobremanto por Francisco Pérez Artés, que es una magistral obra realizada a juego con el manto, sobre malla de oro, con composición de roleos y palmas, empleando oro fino y sedas. En el año 1952, la Hermandad adquirió una corona del siglo XIX para la Virgen, a la sevillana hermandad de los Negritos. Poco después, en 1956, adquirió una nueva en plata sobredorada, realizada por Jesús Domínguez. También lleva la Virgen, entre otras muchas joyas, un puñal de plata con el JHS en su cruz e incrustaciones en perlas y brillantes.

I Estación. Jesús en el Huerto de los Olivos


    La primera estación estará presidida por el paso de Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto, titular de la hermandad del Huerto que tiene su sede canónica en la parroquia de San Francisco y San Eulogio.

    La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto se data en torno a 1670, adscribiéndose a la escuela granadina, concretamente, al círculo de Pedro de Mena. Se trata de una imagen de vestir, sólo tiene tallados la cabeza, cuello, parte superior del tórax, las manos, los pies y parte de las piernas, el resto del cuerpo va abocetado y teñido de azul y fue añadido por Miguel Arjona en la restauración que llevó a cabo en el año 1983. Anteriormente había sido restaurada en 1941 por Pedro Martos y en 1975 por Camacho. Cristo adopta una actitud implorante, arrodillado y con los brazos extendidos. Jesús en el Huerto va acompañado por la figura de un Ángel, imagen que forma parte de la iconografía tradicional de esta escena. El ángel actual data del año 2004 siendo realizado por el imaginero sevillano Navarro Artega y acompaña al Señor de la Oración dando la espalda al espectador y manteniendo un diálogo visual con el Señor.

II Estación. Jesús, traicionado por Judas, es arrestado


    La segunda estación estará presidida por la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado, titular de la hermandad del Rescatado que tiene su sede canónica en la parroquia de Nuestra Señora de Gracia.

     La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado fue encargada por fray Cristóbal de San Juan de Mata al escultor Fernando Díaz Pacheco. El día 24 de febrero de 1713, la imagen, una vez acabada, se trasladó en una solemne procesión desde la casa del vizconde de la Puebla a la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, donde fue recibida por los padres trinitarios. Su iconografía representa a Jesús Cautivo, maniatado y solo, tras ser abandonado por sus discípulos. Es una obra de gran belleza plástica en la que el autor se ha sentido atraído por modelos sevillanos ya que para su ejecución no se inspira en el modelo madrileño del Cristo de Medinaceli y sí se rige por los cánones y la estética que primaba en Sevilla en la primera mitad del siglo XVIII. Es una imagen de talla completa, de vestir, de tamaño natural, con los brazos articulados y la cabellera postiza. En el año 1991 la imagen fue restaurada por Miguel Ángel Pérez Fernández. Sobre el pecho luce un escapulario trinitario, bordado en oro y donado en 1995.



III Estación. Jesús es condenado por el Sanedrín



    La tercera estación estará presidida por el paso de Nuestro Padre Jesús de las Penas, titular de la hermandad de la Esperanza que tiene su sede canónica en la parroquia de San Andrés.

    En noviembre de 1953 se encarga la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas a Juan Martínez Cerrillo. Esta imagen fue bendecida el 27 de mayo de 1954. Se trata de una escultura de vestir que fue restaurada en el año 1981 por su propio autor. El rostro de acusado perfil denuncia cansancio y abandono. La frente ceñida por la corona de espinas, los ojos de mirada infinita, los pómulos marcados y los labios entreabiertos, conforman un rostro de sereno semblante. Solo la leve inclinación de la cabeza, rompe el hieratismo y la frontalidad de la talla.

    Desde 1993 está acompañado en su paso por las figuras de dos esclavos, dos soldados romanos y un sanedrita, realizados por el imaginero cordobés Antonio Bernal Redondo quien ha hecho unas figuras para vestir, en madera de cedro y policromadas. Su autor se ha inspirado en modelos reales, eligiendo dos gitanos cordobeses para efigiar a los esclavos.



IV Estación. Jesús es Negado por Pedro



    La cuarta estación estará presidida por el paso de Nuestro Padre Jesús de la Redención, titular de la hermandad de la Estrella que tiene su sede canónica en la parroquia de San Fernando.

    La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Redención es obra del imaginero cordobés Miguel Ángel González Jurado. Está realizada en cedro y completamente tallada y policromada. Nos presenta un Cristo bien proporcionado, maniatado por delante y con un ligerísimo movimiento de la cabeza hacia el lado derecho. Destaca el hermoso rotro sin las huellas del martirio, resuelto con unos rasgos finos y una expresión apesadumbrada que deja traslucir ya el cansancio en los ojos plomizos, pero sosegada, con la mirada baja y perdida. La policromía, de tonalidades pálidas evoca un mayor recogimiento e intimismo.

     El paso de misterio se completa con otras seis figuras: Caifás, dos sanedritas, dos soldados romanos y un esclavo que fueron realizados por Miguel A. González Jurado entre los años 1996 y 1998.

 
 


V Estación. Jesús es juzgado por Pilato

 
 

    La quinta estación estará presidida por el paso de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, titular de la hermandad de la Sentencia que tiene su sede en la parroquia de San Nicolás de la Villa.

    La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia se contrató en en julio de 1944 con el imaginero cordobés Juan Martínez Cerrillo y se bendijo en diciembre de ese mismo año por el obispo de Orense, don Francisco Blanco Nájera. En un principio, la imagen de Cristo vestía de blanco y tenía las manos atadas a la espalda, dando asimismo, la espaldas a las personas que contemplaban el misterio, representando la segunda comparecencia ante Pilatos, después de ser devuelto por Herodes. En 1946, al cambiar la advocación del Señor, también se cambia su ubicación en el paso trasladándose a la delantera del mismo y dando la espaldas a Pilatos. En 1949 se le cambia la ubicación de las manos pasando estas ahora a estar atadas por delante. La imagen tallada por Cerrillo era de talla completa, pensada para vestir, con los brazos articulados, de delicadas facciones, sin huellas de dolor ni de vejaciones. El bigote y la barba están realizados con mechones cortos poco profundos, mientras que el cabello está más elaborado, siguiendo la tradición barroca de dejar al descubierto la oreja y el cuello por el lado izquierdo. En el año 1996, la hermandad encarga al imaginero Miguel Ángel González Jurado la realización de un nuevo cuerpo para la imagen del Señor, buscando paliar ciertas deficiencias especialmente patentes en la estrechez del torso, en la inclinación de la figura y en la postura forzada de las manos.

En el año 1990, la hermandad encarga al imaginero Miguel Ángel González Jurado la realización de un nuevo misterio que sustituiría al anterior, respetando la imagen del Señor, que terminó en el año 1992, saliendo por primera vez en procesión en el año siguiente. El nuevo misterio continua mostrando a Cristo en la delantera, con un soldado situado a su izquierda, tras ellos, Barrabás y otro solado y en el último sector aparece Pilatos sentado en su trono, con un miembro del Sanedrín de pie ante él y Claudia Prócula arrodillada a sus piés.



VI Estación. Jesús es flagelado y coronado de espinas


    La sexta estación estará presidida por el paso de Nuestro Padre Jesús Humilde en la Coronación de Espinas, titular de la hermandad de la Merced que tiene su sede canónica en la parroquia de San Antonio de Padua.

    La imagen de Nuestro Padre Jesús Humilde en la Coronación de Espinas es obra de Francisco Buiza, quien la terminó en el año 1978, siendo bendecida en la fiesta de regla de la hermandad de ese mismo año. Está realizada en madera de cedro, siendo de talla completa. Es una imagen de complexión robusta, cubierta por un pequeño sudario. El Señor aparece sentado sobre una grada, con la cabeza ligeramente alzada y los brazos desplazados hacia su derecha, provocando cierto movimiento del torso y del hombro, lo que acrecienta su dramatismo. El autor realizó un pormenorizado estudio anatómico de tremendo realismo destacando al minuciosa precisión de los músculos del cuello que se aprecian al estar la cabeza hacia atrás.

    La imagen del Señor procesiona acompañada de dos romanos y un sayón que fueron realizados por el imaginero jerezano Francisco Pinto Berraquero, quien terminó el conjunto en el año 1984.


VII Estación. Jesús carga con la Cruz


    La séptima estación estará presidida por el paso de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, titular de la hermandad de la Pasión que tiene su sede canónica en la parroquia de Nuestra Señora de la Paz (San Basilio).

    La imagen de Nuestro Padre Jesús de Pasión es una de las imágenes de Nazareno con la cruz a cuestas más antigua de Córdoba. Es de autor anónimo, aunque se sabe que fue encargada en el siglo XVII por el abad del entonces monasterio de San Basilio, fray Juan de Alvear.  Es una imagen barroca perteneciente a la escuela sevillana. Es una talla entera en madera. En conjunto desprende un aire amable que recuerda a los Cristos de Montañés. Tras la fundación de la Hermandad, pasó a ser titular y fue sometida a varias restauraciones. La primera de ellas fue ejecutada en el año 1941 por Juan Martínez Cerrillo, que le talló la corona de espinas y la melena, ya que la primitiva era de pelo postizo. Posteriormente, en 1983, Miguel Arjona volvió a restaurarla. En octubre del año 2.002 la imagen vuelve a ser restaurada, esta vez por Antonio Bernal, que realiza la construcción de nuevas articulaciones en los brazos, el retallado de la cabellera, la realización de una nueva corona de espinas y la restauración de la encarnadura. Durante esta restauración se recupera parcialmente la policromía original del siglo XVII.

    Nuestro Padre Jesús de la Pasión presenta una actitud itinerante, adelantando su pie izquierdo, y portando la cruz sobre sus espaldas. El rostro presenta un semblante dulce y contenido en su dolor, moderado en la expresión y ligeramente ausente.



VIII Estación. Jesús es ayudado a llevar la Cruz


    La octava estación estará presidida por el paso de Nuestro Padre Jesús Caído, titular de la hermandad del Caído que tiene su sede canónica en la iglesia conventual de San José (San Cayetano).

    La imagen de Jesús Caído consta que fue regalada por el maestrescuela don Francisco Antonio Bañuelos y Murillo al convento de San José entre 1656, fecha en que se bendice el templo y 1673, cuando el donante deja de proteger al Carmelo.

    Conocida primero como Jesús Nazareno, pronto pasó a ser Jesús Caído. El Señor aparece postrado en el suelo con la cabeza girada hacia la derecha, el brazo recto y la mano apoyada en una piedra, mientras que con la izquierda sujeta la cruz. El rostro de Cristo presenta un suave plegado del entrecejo, los ojos abatidos, la nariz tensa, las mejillas afiladas y la boca entreabierta. Una peluca oculta la cabellera tallada, solo la barba permite ver el tratamiento del pelo, en mechones separados dispuestos en paralelo. Ha sido adscrito a la escuela granadina, en el entorno de Pedro de Mena. En la restauración realizada por Miguel Arjona Navarro en 1979 quedó de manifiesto que, con anterioridad a esta ya había sido restaurada la imagen al menos dos veces, aunque sólo se ha documentado la llevada a cabo en 1898 por Rafael Jiménez de Castilla y Saravia.


IX Estación. Jesús consuela a las Mujeres de Jerusalén


    La novena estación estará presidida por el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno en su encuentro con la Santa Mujer Verónica, titular de la hermandad de la Santa Faz cuya sede canónica está en la parroquia de San Juan y Todos los Santos.

   La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno es obra del imaginero sevillano Antonio J. Dubé de Luque. El contrato de ejecución se firmó el día 22 de noviembre de 1987, siendo entregada la imagen a la Hermandad y trasladada a Córdoba dos días antes de la solemne bendición que se celebró el día 20 de marzo de 1988. Es una imagen barroca, realizada en madera de cedro, de tamaño natural con los brazos articuladas y con la cabeza, manos, piernas y pies policromados. El resto del cuerpo está ligeramente anatomizado, al tratarse de una imagen para ser vestida. Sostiene la Cruz con el brazo izquierdo, al tiempo que alza el brazo derecho dirigiéndose a la Santa Verónica. Tiene un rostro de gran expresividad, con los labios entreabiertos y una espina partida atravesando su ceja derecha. Posee una gran zancada que recuerda a los nazarenos de Juan de Mesa. La imagen se completa con una cruz arbórea con cortezas y nudos dorados realizadas en madera de pino de Flandes por Juan Mayorga en el año 1988.

   La imagen del Señor va acompañada en el paso de misterio por las de las Santas Mujeres. La Verónica fue tallada en madera de cedro y policromada por Antonio Salto en el año 1988. Es de tamaño natural y se encuentra arrodillada sosteniendo el velo con la Santa Faz y elevando sus ojos hacia el Señor mientras llora. Las Santas Mujeres que la acomañan son obras de Antonio Salto del año 1989, una se encuentra arrodillada y otra erguida, siendo ambas de candelero.



X Estación. Jesús llega al Gólgota para ser crucificado


    La décima estación estará presidida por el paso de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, titular de la hermandad de la Paz cuya sede canónica es la iglesia conventual del Santo Ángel.

     La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia fue encargada a Juan Martínez Cerrillo siendo bendecida el 25 de enero de 1943.

     La imagen de Cristo aparece de pie con el brazo derecho hacia delante y el izquierdo ligeramente atrás, en el momento en que es despojado de sus vestiduras. La cabeza está ligeramente girada hacia la derecha y sus ojos, en actitud de cansancio y dolor contenido, miran hacia los fieles que lo contemplan. Fue restaurada en el año 1989 por alumnos del profesor Rafael Valverde Luján

      La composición actual del misterio es encargada al imaginero cordobés Antonio Bernal Redondo. Terminadas  las figuras que lo completan en 1997 el misterio quedó compuesto en primer término por la imagen del Señor y a sus lados un soldado que le despoja de su túnica y un sanedrita que le ofrece la pócima que le mitigará el dolor de la crucifixión. En un segundo plano aparecen semidesnudos los dos ladrones maniatados, tras ellos un soldado, que monta en un caballo blanco ordenando a un sayón el comienzo de la crucifixión y al lado Simón de Cirene que deposita la Cruz en el suelo.



XI Estación. Jesús promete su Reino al Buen Ladrón


    La undécima estación estará presidida por el paso del Santísimo Cristo del Amor, titular de la hermandad del Amor cuya sede canónica es la parroquia de Jesús Divino Obrero.

    La imagen del Santísimo Cristo del Amor es una antigua talla atribuida a Martín de la Torre realizada a mediados del siglo XVI y que desde entonces hasta nuestros días no ha conocido más restauración que la realizada en 1984 por Luís Álvarez Duarte. Es de tamaño menor que el natural y representa a Cristo muerto en la cruz, alanceado y con la cabeza caída hacia el lado derecho, correctamente anatomizado, lleva el perizoma, algo pequeño, anudado a la izquierda, según es frecuente en las imágenes renacentistas, y la corona está formada por dos ramas trenzadas. Estéticamente puede relacionarse con otros crucificados de mediados del quinientos. Se han visto ciertas analogías entre esta talla y el Crucificado del retablo de la capilla de la Asunción en la Catedral cordobesa, esculpido por los maestros Juan del Castillo y Martín de la Torre. La cruz fue realizada en 1991 por Guzmán Bejarano, con títulum y cantoneras de metal dorado, realizados en el mismo año por Hermanos Lama. Procesiona junto a una imagen de la Virgen de los Dolores y San Juan, componiendo un calvario. Probablemente estas imágenes estuvieron siempre con el Santo Crucifijo e incluso pudieron ser talladas por el mismo autor, ya que las proporciones, la calidad de la talla y la estética lo podrían corroborar. Son imágenes de madera, perfectamente anatomizadas, de gran belleza plástica y con unas formas alargadas, estilizadas, que anuncian el manierismo.



XII Estación. Jesús en la Cruz, su Madre y el Discípulo


    La duodécima estación estará presidida por el paso del Santísimo Cristo de la Expiración, titular de la hermandad de la Expiración que tiene su sede canónica en la Real Iglesia de San Pablo.

    El padre Antonio María Pueyo del Val solicitó al obispado en el año 1904 el traslado a San Pablo de la imagen del Santo Cristo de la Expiración que recibía culto en San Francisco. Esta imagen perteneció a la hermandad de San Diego y San Acacio, que existía ya en 1616 y que estaba establecida en San Francisco.

   Muestra esta imagen el momento del último aliento del Señor en la Cruz. Gira la cabeza hacia su izquierda y levanta los ojos al cielo. Los brazos están tensos, casi paralelos al patíbulo de la cruz, a pesar de los cinco centímetros que elevó las manos Ribero-Carreras en su restauración para darle mayor naturalismo. Es una talla de 1' 84 m. de altura que podría adscribirse a la escuela granadina.



   En la restauración efectuada en el año 1985 por José Rodríguez Rivero-Carreras se demostró que al menos la nariz y la cabeza habían sido seccionadas y que el bigote se habían retocado. También en esta restauración se eliminaron los repintes a los que había sometido la imagen por Victoriano Chacón (1924) Miguel del Moral (1953), Juan Martínez Cerrillo (1959) y Rafael Díaz Peno (1965)

XIII Estación. Jesús Muere en la Cruz


    La decimotercera estación estará presidida por el paso del Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas, titular de la hermandad de Ánimas, que tiene su sede canónica en la parroquia de San Lorenzo.

     La talla del Santísimo Cristo del Remedio de Animas es una talla anónima de un Cristo seco, hierático, con el cuerpo y los brazos pegados a la estructura de la cruz. Tiene un aspecto arcaico, como si el autor hubiese tratado de inspirarse en algún perdido crucifijo medieval. Los detalles anatómicos revelan una expresión realista de músculos, tendones y venas características de tiempos más modernos vinculándolo Díaz Vaquero y Villar Movellán a la escuela granadina.

    La imagen sufre una transformación al refundarse la hermandad en el año 1949. Los hermanos fundadores quisieron imprimirle un efecto arcaizante incorporándole pelo natural y un amplio sudario que tapa el original, ocultándose cómo van gubiados los bucles y cómo enmarcan el rostro y la talla del perizoma original.

     La imagen representa a Cristo muerto con formas simplificadas y expresivas, la cabeza presenta una acentuada caída y se observa la relajación postmortem. El rostro sereno, como dormido, muestra la boca entreabierta, la barba estrigilada y el bigote muy cuidado.

     La cruz es la original, de forma arbórea, con "Titulum" en madera dorada enmarcado en una cartela con pequeños roleos. Un elemento destacado es el velo de tinieblas que cae del "Patibulum" de la Cruz con el sol, la luna y las estrellas que acentúa el simbolismo que se le quiso dar en un primer momento. Este velo fue sustituido en el año 2006 por otro idéntico confeccionado por Francisco Pérez Artés.



XIV Estación. Jesús es Descendido de la Cruz

 
 

El primero de los tres pasos que compondrán esta decimocuarta estación será el del Santísimo Cristo del Descendimiento que tiene su sede canónica en la parroquia de San José y Espíritu Santo.

    La imagen del Santísimo Cristo del Descendimiento es obra del escultor valenciano Amadeo Ruiz Olmos. Es una talla anatómicamente muy bien analizada, valores que resaltan a causa del escueto paño de pureza. Cristo lleva clavados aún los pies y la mano izquierda y deja caer el brazo derecho, que arrastra la cabeza, con el rostro sumido en una dulce expresión de muerte. Está muy bien forzado el giro de la columna vertebral. En la parte posterior del paño, el autor grabó su nombre y la fecha de realización. Hasta el año 1943, el Señor salió en una Cruz cepillada y en 1944 Ruiz Olmos le hizo la cruz arbórea. En el año 1991, la cruz de Ruiz Olmos se astilló y hubo que hacer una nueva, también arbórea, que se contrató con el imaginero Miguel Ángel González Jurado. Aprovechando la ocasión, se le encargó además que policromara la imagen, para darle más contraste a la anatomía mediante el sistema de veladuras.

XIV Estación. Jesús en brazos de su Madre



    El segundo de los pasos que forman esta estación será el de Nuestra Señora de las Angustias Coronada, titular de la hermandad de las Angustias cuya sede canónica es la Real Iglesia de San Pablo.

    En 1626 la hermandad encargó la hechura de sus titulares al escultor Juan de Mesa y Velasco, cordobés afincado en Sevilla. El provincial de los agustinos, Fray Pedro Suárez de Góngora, antiguo prior de San Agustín, fue el intermediario en la operación. Juan de Mesa falleció el 26 de noviembre de 1627, cuando terminaba las imágenes. Su testamento así lo atestigua: "Estoy obligado a hacer una Virgen de la Soledad o Angustias para el convento de San Agustín de Córdoba, a la cual no le faltan tres días de trabajo".

    Las imágenes, las más valiosas artísticamente de la Semana Santa cordobesa, se bendijeron el 18 de marzo de 1628 en San Agustín, entonces sede de la hermandad.  

    Nuestra Señora de las Angustias es una imagen de talla completa aunque pensada para vestir, sedente. Muestra una sensación de dolor absoluto, que sin embargo no consigue ocultar su singular y delicada belleza. En su regazo porta la imagen de Cristo muerto, que destaca por su espléndida anatomía y por su unción sacra. El prodigioso brazo derecho cae a los pies de la Virgen , mientras el izquierdo se extiende de manera rígida a la izquierda de la Madre. Aunque se han propuesto otras disposiciones, algunas de las cuales se han ensayado incluso en procesión, una serie de cuadros de los siglos XVII y XVIII muestran que las imágenes siempre se han venerado tal y como hoy se encuentran, por lo que la hermandad las ha mantenido así. La Virgen sostiene una espina en su mano derecha, como si la hubiese acabado de sacar de una de las cejas del Señor, donde se puede ver la señal. Con la mano izquierda sostiene la conmovedora cabeza del Cristo. 



XIV Estación. Jesús es puesto en el Sepulcro

 

    El paso que completa esta estación es el de Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro, titular de la hermandad del Santo Sepulcro que tiene su sede canónica en la parroquia del Salvador y Santo Domingo de Silos.

    El antiguo Yacente de la iglesia del Carmen Calzado, luego venerado en la del Salvador, fue definitivamente adoptado como titular en la refundación, tras un intento fallido de encargar uno a Luis Ortega Bru en el año 1975. Es un crucificado muerto, que tuvo brazos articulados para participar en la ceremonia del Descendimiento, hasta que fue prohibida esta costumbre en 1744, momento en que debieron fijarle los brazos. Mide 1' 70 metros de altura y ha sufrido diversas restauraciones, las últimas realizadas por Rafael Valverde Luján, en 1975, que renovó la pintura de los pies y la espalda, y por Francisco Peláez del Espino, en 1983, con refuerzo del ensamblado y retoque de los brazos. Antiguamente, el Señor había tenido peluca y paño de tela. Tal como hoy se ve, su estética es la de una imagen manierista que aplica rasgos formales claramente protobarrocos, que encajan en los años próximos a 1600. Probablemente es obra de un taller local, aunque su anónimo autor parece conocer bien la escuela sevillana. Su rostro, con detalles preciosistas como el estrigilado de la barba, manifiesta un concepto de serenidad que se corresponde con las mejores imágenes que aparecen en Córdoba en aquel momento, caso de Jesús Nazareno o del Señor de la Caridad.



XV Estación. Jesús Resucita de entre los muertos

 

    La decimoquinta estación estará presidida por Nuestro Señor Resucitado, titular de la hermandad del Resucitado cuya sede canónica es la parroquia de Santa Marina.

     La imagen actual del Señor fue tallada por el imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro en madera de tilo en el año 1988 y costeada por Matilde Fernández, siendo bendecida el 15 de mayo. Luce potencias de plata con diseño de Julio Ferreira y cruz triunfante de plata, ambas piezas de José Jiménez Jiménez realizadas en el año 1988. Procesiona en un paso de misterio que escenifica la salida triunfal del sepulcro en el cual aparece un ángel realizado por Antonio Bernal Redondo en el año 2001 y dos soldados romanos del mismo autor realizados en el año 2004 y que lucen túnicas y capas con galones de Rafael Rubio y corazas en cuero de José Rodríguez con aplicaciones de orfebrería y cascos en plata realizados por Díaz Roncero bajo un diseño de Antonio Bernal Redondo.



sábado, 15 de junio de 2013

Primeros detalles del Vía Crucis Magno

     


    El proyecto para el Vía Crucis Magno del Año de la Fe, presentado por una comisión de la Agrupación de Cofradías y aprobado por la Asamblea de hermanos mayores el pasado día 14 de mayo, tiene las siguientes características:
   

Fecha: 14 de septiembre a las 20:30 horas da comienzo el recorrido oficial.
     

Recorrido: Todas las hermandades participantes tendrán un itinerario fijado por la Agrupación. Confluirán en un recorrido común que comenzará en la Cruz del Rastro para dirigirse por Ronda de Isasa, Puerta del Puente y Torrijos a la Catedral.
   

Organización: Los pasos pueden ir acompañados de bandas en el itinerario individual, aunque en el común sólo tendrán el acompañamiento musical de un grupo de capilla para cada uno. Los cortejos se compondrán de: Cruz de guía, diez parejas de cirios, estandarte con escoltas, presidencia, acólitos, paso con titular y acompañamiento musical.
   

Financiación: Está prevista la instalación de ocho mil sillas en el recorrido común, con lo que se pretende conseguir los ingresos que permitan dar unas aportaciones fijas a las hermandades para sufragar el gasto en bandas, así como realizar la compra conjunta de cera y flor para abaratar costes. La subvención económica dependerá de la venta de dichas sillas.

lunes, 10 de junio de 2013

La Asamblea de Hermanos Mayores aprueba la celebración de un Vía Crucis Magno en Córdoba

     

 

       En la Asamblea celebrada en segunda convocatoria a las 21’ 15 horas de la noche del pasado día 14 de mayo, los hermanos mayores de las hermandades cordobesas han aprobado por mayoría absoluta la celebración de un Vía Crucis Magno con motivo del cierre del Año de la Fe.
      Dicho acto tendrá lugar el próximo día 14 de septiembre en la Santa Iglesia Catedral. La elección de esta práctica piadosa bendecida secularmente por la Iglesia y primada con numerosas indulgencias, viene justificada por la celebración en Córdoba del primer Vía Crucis por el Beato dominico Álvaro de Córdoba quien, en los comienzos del siglo XV, a la vuelta de una peregrinación a Tierra Santa, erigió en el convento de Scala Coeli, el primer Vía Crucis, unas pequeñas capillas en las que mandó pintar las principales escenas de la Pasión del Señor, popularizando así esta devoción que se extendió por todo Occidente.
      Dentro del Año de la Fe las hermandades estamos llamadas a desarrollar una importante labor sin que podamos olvidar el importante papel que desempeñan las imágenes procesionales como elementos propagadores de la Religión. Tal y como expresó Benedicto XVI: "hay expresiones artísticas que son verdaderas vías hacia Dios, la Belleza suprema, y que también son una ayuda a crecer en la relación con Dios, en la oración. Se trata de obras que nacen de la fe y que expresan la fe". Es por eso que no se debe de olvidar el importante valor catequético de nuestros pasos procesionales, valor que se encuentra en el origen mismo de nuestras corporaciones.
       Las hermandades ponemos así al servicio de la Iglesia, muy especialmente en este año de la fe, en palabras, nuevamente de Benedicto XIV "expresiones artísticas que son verdaderas vías hacia Dios, la Belleza suprema, y que también son una ayuda a crecer en la relación con Dios, en la oración. Se trata de obras que nacen de la fe y que expresan la fe".