La octava estación estará presidida por el paso de Nuestro Padre Jesús Caído, titular de la hermandad del Caído que tiene su sede canónica en la iglesia conventual de San José (San Cayetano).
La imagen de Jesús Caído consta que fue regalada por el maestrescuela don
Francisco Antonio Bañuelos y Murillo al convento de San José entre 1656, fecha
en que se bendice el templo y 1673, cuando el donante deja de proteger al
Carmelo.
Conocida primero como Jesús
Nazareno, pronto pasó a ser Jesús Caído. El Señor aparece postrado en el suelo
con la cabeza girada hacia la derecha, el brazo recto y la mano apoyada en una
piedra, mientras que con la izquierda sujeta la cruz. El rostro de Cristo
presenta un suave plegado del entrecejo, los ojos abatidos, la nariz tensa, las
mejillas afiladas y la boca entreabierta. Una peluca oculta la cabellera
tallada, solo la barba permite ver el tratamiento del pelo, en mechones
separados dispuestos en paralelo. Ha sido adscrito a la escuela granadina, en el
entorno de Pedro de Mena. En la restauración realizada por Miguel Arjona Navarro
en 1979 quedó de manifiesto que, con anterioridad a esta ya había sido
restaurada la imagen al menos dos veces, aunque sólo se ha documentado la
llevada a cabo en 1898 por Rafael Jiménez de Castilla y Saravia.