El Obispo "gratamente sorprendido" por el "entusiasmo" generado en torno al Vía Crucis Magno del día 14
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, está
"gratamente sorprendido" por el "entusiasmo" que está
levantando la celebración en la capital cordobesa, el próximo 14 de septiembre,
del Vía Crucis Magno, en el que tomarán parte 18 pasos de hermandades de
Córdoba, que, tras un ofrenda floral a la Reina de los Mártires, comenzará en
la Cruz del Rastro, junto al río Guadalquivir, para concluir en la Catedral de
la ciudad, en lo que supone un evento cofrade histórico, con motivo del Año de
la Fe.
En una entrevista concedida a Europa Press, el obispo ha
señalado que "hay un gran potencial cofrade en Córdoba, lo cual se
demuestra, precisamente, con la celebración de un evento extraordinario como
este, del que ha quedado ya patente que es un tema que interesa", es
decir, que "hay una demanda, un interés, una expectación", entre los
cordobeses de la capital, "pero también en los pueblos de Córdoba" y
en otras provincias.
Ello implica, según ha argumentado Demetrio Fernández,
"que la red cofrade es muy amplia, está muy arraigada y saben que al hacer
esto están satisfaciendo una necesidad, una demanda del pueblo, lo cual es muy
positivo", más allá de que el Vía Crucis Magno sea "un acontecimiento
bien traído, pues estamos en el Año de la Fe", siendo éste un "acto
extraordinario" con el que las cofradías quieren expresar "su fe y
ayudar a que crezca la fe de los cordobeses", en el día correspondiente a
la celebración litúrgica de la Santa Cruz.
Sin embargo, resulta que la repercusión que se espera que
tenga el Vía Crucis Magno hará que éste sea "un Vía Crucis
supermagno", ya que "va a ser televisado al mundo entero y va a ser
seguido por múltiples medios de comunicación", pues son 80 los ya
acreditados para darle cobertura informativa, al margen de que serán
"miles de personas" las que se calcula que asistirán al entorno de la
Catedral y antigua mezquita de Córdoba, para presenciar un Vía Crucis
"cuyo objetivo principal es decir al mundo entero que Jesucristo es
nuestro salvador y nos salvó en la cruz".
PRIMER VÍA CRUCIS DE OCCIDENTE
Por otro lado, el obispo ha recordado que "el primer
Vía Crucis en Occidente llegó de la mano del beato Álvaro de Córdoba, el cual
peregrinó en 1419 a Tierra Santa, donde quedó impresionado por el camino de la
Vía Dolorosa en Jerusalén, es decir, del camino que recorrió Jesucristo, desde
el Pretorio, donde fue condenado a muerte, hasta que llegó con la cruz a
cuestas al Calvario", donde fue crucificado.
Ya entonces, según ha señalado Demetrio Fernández, "los
cristianos llegados a Jerusalén hacían el Vía Crucis y al beato Álvaro le
impresionó mucho", hasta el punto de que, "cuando regresó a Córdoba
hizo las 14 ermitas, con las cruces", situadas en la Sierra de Córdoba,
dando lugar así "al primer Vía Crucis de Occidente".